- Cuando lo intentaste todo y no lograste modificar lo que te molesta tanto de tu forma de ser.
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Hacer tratamiento psicológico sirve para identificar y modificar esos rasgos de tú personalidad que no te gustan y en ocasiones te perjudican.
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Para tratar los temas personales en el lugar adecuado, con un psicólogo, profesional experto, entrenado para escuchar e interpretar.
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Para cuidar tú intimidad con el resguardo del secreto profesional.
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Para darle a los sucesos la magnitud necesaria y la solución efectiva, de esta manera lograr una adecuada adaptación a las situaciones de la vida.
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Para ayudar a tomar decisiones que se basen en tu historia, tus deseos, tus necesitadas y tú discernimiento.
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Para darse cuenta que siempre hay más de una posibilidad para resolver un conflicto.
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Para ubicarse y estudiar los conflictos desde un punto de vista diferente que se tuvo siempre..
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Para aprender empíricamente que nuestros pensamientos y acciones dependen de una conducta consciente y también de la influencia del inconsciente.
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Hacer tratamiento psicológico sirve para responder esas preguntas que te haces frecuentemente y que son necesarias para adaptarte a la vida y fundamentalmente para construir nuestra identidad.
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Sirve para no tener que contar una y otra vez las intimidades a todas las personas que te rodean, exponiéndote a la opinión de mucha gente que quiere aconsejar pero no están preparadas para ayudarte profundamente ni para sostener la carga emocional de tu relato. La experiencia es de cada uno y la solución a los problemas se debe encontrar por convicción y elaboración personal.
¿ Quién puede hacer tratamiento?
- Puede realizar tratamiento psicológico la persona que en su sano juicio tiene la capacidad de discernir y elegir.
- Para comenzar solo se necesita la decisión de querer empesar.
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La persona que hace tratamiento es una persona “valiente”, porque a pesar de los miedos lógicos ante la situación desconocida del tratamiento, igual se anima a hacerlo y a enfrentarse con sus miedos.
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No es necesario estar en crisis para comenzar un tratamiento, se puede iniciar con el objeto de querer conocerse mejor.
Rol del psicólogo
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El psicólogo propicia y guía a la persona para que encuentre la forma y los caminos, para poder pensar, descubrir, discernir y tomar sus propias decisiones.
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El psicólogo, es un profesional que entiende y conoce la psiquis, está abalado por la Institución Universitaria en la que estudió y se perfecciona para estar actualizado respecto de los últimos descubrimientos en el área, para ejercer su profesión con ética y efectividad.
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En mí caso particular, estoy entrenada en el más alto nivel de resolución de conflictos, por lo que utilizo en teràpia mí técnica, la Psicomediación, abarcando en el tratamiento a la persona desde su psiquis hasta sus relaciones interpersonales, con la utilización de técnicas específicas, propias de la Psicomediación.
Duración y frecuencia del tratamiento
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La duración del tratamiento psicológico depende de cada persona, de sus recursos psicológicos y cognitivos.
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El tiempo de duración del tratamiento también va a depender del tenor de la consulta, va a ser menos extenso si es para resolver una elección del momento vital y se va a necesitar más tiempo si es para remover traumas.
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Un entorno favorable y colaborador ayuda a reducir el tiempo de duración del tratamiento.
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La frecuencia, es decir, la cantidad de sesiones por semana que se deben tomar en un tratamiento psicológico depende de la incidencia de la circunstancias en cada persona en particular, lo básico es una vez por semana, la cantidad se puede incrementar de común acuerdo entre el interesado y el psicólogo, acorde a las necesidades de la etapa del tratamiento por la que se esté transitando.
Mitos
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No está “loco” el que va al psicólogo, se puede considerar que una persona tiene una patología si perdió gravemente la autonomía y la capacidad de gobernarse a sí mismo, por lo que se lo considera un inadaptado social.
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El psicólogo “NO te dice lo que tenés que hacer”
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El psicólogo “NO llena” la cabeza del paciente con ideas propias, las personas que hacen terapia tienen ideas propias.
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El psicólogo “No juzga”, entiende que cada ser humano tiene una historia de vida , y que toma decisiones acorde a las circunstancias que lo rodean , el psicólogo respeta, acepta y reconoce al paciente como una persona a la que se la está ayudando a tomar sus propias decisiones.
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Un viaje o hablar con un amigo, alivian el sufrimiento, suavizan el conflicto pero no lo resuelven, el problema sigue estando en vos, estés con quien estés y vayas donde vayas.
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La falta de información y los miedos generan mitos populares que no se cuestionan y que pasan de generación en generación. Hay personas que tienen temor de hacer tratamiento psicológico porque piensan que después no van a poder vivir sin consultar todo lo que hagan con el psicólogo, esto no es asì, durante el tratamiento la persona aprende a pensar, a cuestionar y responder, tiene discernimiento propio e independencia de pensamiento.
El egocentrismo es uno de los peores enemigos de los tratamientos y su novia la omnipotencia, una pareja psicològica que no permite que la persona reconozca que necesita ayuda, no se dejan ayudar y por ende no se las puede ayudar.