Los conflictos y la reorganización familiar

Los conflictos son parte de la vida diaria, desde que te levantás ese día hasta que termina tu jornada pasan más cosas de las que podés recordar, pero las que seguro vas a rememorar son esos momentos de gran impacto emocional.

Esas crisis familiares que te sorprenden frenan tu ritmo, hacen que tu organización se modifique en tiempo y forma, en una palabra, para seguir con la rutina  primero vas a tener que resolver ese conflicto que no te deja avanzar. Para lograrlo tenés que replantearte organizarte de diferente manera a como lo estuviste haciendo hasta ahora.

Es un reto cuando hablamos de reorganizar algunos hábitos y costumbres que sirvieron en alguna época pero no ahora, entonces preguntá:

  1. ¿Cuál fue el tema del conflicto?, para esto tenés que escuchar atentamente todas las partes
  2. ¿Qué pretende cada uno del tema que los enfrenta?
  3. ¿Qué solución aporta cada uno para resolver la crisis convivencial?

Con estas pocas preguntas podés hacerte una idea de que es lo que está pasando para evaluar y proponer soluciones con  los integrantes de la familia que están, hasta este momento, enojados, frustrados e irritados. Estos estados emocionales no permiten escucharse solo quieren lo que tienen en mente, centrados en si mismos sin posibilidad de otras opciones.

Para lograr el encuentro de las personas en conflicto y que puedan dialogar, buscá un lugar dentro o fuera del hogar y un momento en donde todos puedan estar concentrados y atentos a lo que van a hablar.

Tené muy en cuenta que esta crisis es un llamado de atención y si podés ayudar a resolverla estás evitando conflictos a futuro más profundos y emocionalmente más agresivos.

Los cambios de costumbres llevan tiempo y paciencia, no es un proceso rápido.