Ser feliz

La felicidad es un anhelo que se quiere alcanzar durante toda la vida, lo que se sabe de ella es que es un estado placentero, de armonía y complacencia personal, donde las crisis y los problemas no existen. Es una sensación ideal que se busca. A veces se encuentra, y luego se vuelve a perder, algunos piensan que existe, otros creen que sólo es una ilusión.

¿Dónde está la felicidad? ¿En la persona, en el entorno, depende de los demás, tiene que ver con el lugar, tal vez con la edad, está en todos lados, hay que encontrarla, o viene a vos, o sólo la pueden tener algunas personas, o todos pueden alcanzarla? Todas estas posibilidades existen, e influyen directa o indirectamente en el estado de felicidad.

Las historias personales, los hábitos y costumbres familiares, y las predisposiciones individuales, condicionan las elecciones y las decisiones de los sujetos, por lo que cada individuo es único e irrepetible ¿Pasará lo mismo con la felicidad, será diferente para cada uno, son diferentes las cosas que a cada persona la hacen feliz?

Parte de ser feliz es valorar lo que se hace a diario en el hogar, con sus afectos, en su trabajo, y en todas las áreas de desempeño. Poder compartir dicha satisfacción es gratificante, tanto para la persona como para el grupo. Transmitir alegría y satisfacción contagia y multiplica buenas predisposiciones: no es la felicidad, pero está cerca. Un ambiente no propicio, tarde o temprano se divide y se disuelve, porque no es productivo para nadie.

La comunicación es fundamental para establecer diálogos, exponer posturas, plantear malestares, dar sentido a las ideas, y sobre todo para estructurar a las personas, estableciendo redes sociales y afectivas. La buena comunicación hace un ambiente cordial, bien predispuesto a las opiniones y a la inclusión personal, haciendo propio los proyectos embarcados en cualquier ámbito de desempeño.

Las emociones y los sentimientos que propician infelicidad, por no poder satisfacer los deseos personales con los recursos que el sujeto posee, deben ser transformados en energía productiva, acciones al servicio de hacer, para resolver y no quedar estancados en el rumiar, masticando amargura y frustración, fugando energía en camino hacia la inestabilidad emocional, inadaptación, trauma, estres, hasta la posibilidad de una patología psicológica y orgánica. Es bienvenida la realización de hobbies, hacer actividad artística y todo lo que guste y dé placer, llenando ese vacío interior insatisfecho, al que se llega por la restricción impuesta por los límites sociales, necesarios para convivir y desarrollarse. 

Se busca incansablemente la forma de llegar a la felicidad, mejor dicho, de no sentir el amargo gusto de la insatisfacción; la forma de llevar las necesidades agresivas y sexuales instintivas reprimidas, a un nivel más racional. Ell artista en sus creaciones, el intelectual en sus investigaciones, y otros acudiendo a los recursos alcanzables, acorde a sus posibilidades, todos lo hacen para lograr por momentos el estado anhelado, transformado en regocijos momentáneos de libertad corporal y emocional , reconocimiento, poder o placer.

Entonces un sujeto satisfecho con sus desempeños, por hacer elecciones acorde a sus gustos y tendencias, que sacia sus necesidades, que canaliza adecuadamente sus emociones, que es comunicativo y se ocupa de que su entorno se entere de su agrado, contagia a las personas y genera gozo y alegría. Este estado se retroalimenta y se transmite de persona a persona, creando satisfacción, siempre y cuando los sujetos estén permeables a hacer esa elección, es decir, a aceptar el bienestar de otra persona como parte de su felicidad. Abrirse para recibir y compartir, es una predisposición personal.

Es condición humana la felicidad y la infelicidad. Estados de ánimo que dependen de la actitud ante la vida de cada sujeto, que encuentra el equilibrio entre la razón y las emociones en su punto justo, poder vivir sin estar pensando como objetivo el fin, sino disfrutando el proceso de creación y transformación del día a día.

Para cada persona hay una forma de ser feliz. Hay que crearla a pesar de las variables que incidan en el logro, y encontrar la propia sin copiar la ajena. Ella es sólo un ejemplo que no te pertenece, probá, intentá, fracasá, y volvé a empezar. Buscá, ganátela; no te conformes si estás insatisfecho; no te compares; sé leal a tus convicciones; valorá lo que hacés; no tengas miedo; no niegues las posibilidades. Nadie dijo que era fácil. La felicidad es el mejor estado que te puedas imaginar…te la vas a perder? Hay una para vos: construila.