Me siento solo aunque esté acompañado

¿Te sucede seguido que, durante o después de una reunión con amigos o con la familia, te sentís solo?. ¿Un vacío te invade, y la angustia se presenta para hacer resurgir tus más privados temores? Esto le pasa a más personas de las que podés suponer. No todos lo dicen, pero eso no quiere decir que no lo sufran.

El vacío interno se presenta como un sentimiento de incertidumbre, derrotismo, y desesperanza, incrementado por no saber qué te está pasando, ni por qué te pasa. No lo podés explicar aunque pienses mucho y constantemente en el tema.

Ante esta realidad comienza a surgir la angustia, y con ella la tristeza. La respiración y el corazón se aceleran, y el llanto puede aflorar y lo peor es que puede surgir en cualquier lugar, incomodándote y teniendo que dar explicaciones que no tenés, a la gente que te rodea.

Hasta ahora sabés que no te sentís bien, estás desganado, dormís y te alimentás mal, todo se te hace muy difícil de concretar, y las personas que te rodean no saben cómo ayudarte, porque las palabras de consuelo no surten efecto, las atenciones que pueden tener para hacerte sentir confortable y contenido no resultan. Ellos te llaman, te invitan, te presentan gente, pero nada te saca de ese vacío. Y ver a tu entorno desesperado por ayudarte y entenderte, suma más angustia a tu estado.

Comprobaste que el vacío que sentís no tiene que ver con estar o no acompañado, no depende del entorno, o de compartir momentos. Hablar, escuchar, mirar, sentir, son condiciones que te hacen enfocarte en los demás , que te generan movimiento, pensamientos y sentimientos, pero cuando estas provocadoras condiciones no están, te encontrás con vos mismo, sin situaciones que te obliguen a hacer, y entonces te quedas quieto, pasivo, y mirando hacia tu propio yo, escuchando tus pensamientos, y sintiendo sensaciones ingratas, tales como un amor que no pudo ser, tu amor a vos mismo.

Posibles Causas

Tal vez sos una persona que está muy pendiente de los demás, por control o solidaridad, y algunas acciones te reconfortan en el momento pero no perduran en tu ser, y otras acciones no resultan como lo planeaste. Esto te indica que no es bueno depender emocionalmente ni económicamente de otros. Los condicionamientos externos presionan y agobian, y en muchas ocasiones no se posee las herramientas necesarias para afrontarlas.

Las insatisfacciones están desgastando tu ser, te vacían de afecto y de esperanza. Prestá atención en que áreas de tu desenvolvimiento diario te sucede.

Algunas Recomendaciones

Es positivo que te sientas incómodo y reniegues de ese estado de vacío y soledad; es muy bueno que reacciones con angustia y llanto ante la languidez emocional; eso quiere decir que tenés hambre de necesidades insatisfechas, que no estás cómodo en ese estado desagradable y este es el primer paso para cambiar.

La primer persona con la que te tenés que sentirte bien es con vos mismo. Para esto hay que modificar hábitos y costumbres, con el objetivo de llenarte interiormente. Hay que priorizarse, sin temor de parecer egoísta. Pensar en uno mismo es bueno para poder después dar, permítetelo.

Las personas que te quieren van a acompañar este proceso, ellos van a formar parte de tú cambio.

Pasá tiempo con vos a solas, tolerá la angustia de conocerte, no desistas, averiguá qué te gusta y qué te hace sentir bien, y comenzá a hacerlo. Respetate, pedí ayuda profesional para que te guíe a hacerte preguntas y contestarte, todas las respuestas son el resultado de tu más profunda elaboración y elección , esto implica que también te hagas cargo de las consecuencias. Un profesional idóneo también te va a ayudar a generar e incorporar recursos personales para afrontar y resolver situaciones nuevas.

Rodeate de actividades y personas que te generen satisfacción, esto va a producir en tu cuerpo y tu mente energía, optimismo y esperanza; estar solo va a ser una elección que te satisface y no un padecimiento que te invade.

Reconocete, aceptate y viví. Adiós al vacío, bienvenido el cambio y la satisfacción.